G.A.M.E.

A mediados de octubre, Paula, Omar y Andoni emprendimos un emocionante viaje a Kolín, en la República Checa, gracias a L’Ayalguina y su constante apoyo para que la experiencia Erasmus+ se haga realidad para jóvenes como nosotros. En esta ocasión, bajo el nombre de “G.A.M.E.”, participamos en un curso de formación organizado por CEFIG International, centrado en el uso del juego como método educativo. G.A.M.E. (Gamification as a Method for Education) nos ofreció una perspectiva amplia y novedosa sobre cómo incorporar el juego en procesos educativos, aplicable en diversos ámbitos y para personas de todas las edades.

Durante ocho intensos días, nos pusimos la gorra de “gamificadores” junto a compañeros y compañeras de distintos países europeos como Polonia, Dinamarca, Italia, Lituania, Hungría y Estonia. Entre todos creamos una atmósfera especial, donde las primeras reservas y la timidez inicial rápidamente se transformaron en lazos de amistad profunda, compartiendo risas, ideas y experiencias que nos han dejado huella. Desde luego, esperamos que nuestros caminos se crucen de nuevo en el futuro.

Bajo la experta guía de nuestros formadores, Julia y Fred, dimos nuestros primeros pasos en el fascinante mundo de la gamificación, aprendiendo que para que algo sea considerado un juego debe cumplir con ciertos principios esenciales: ser una actividad voluntaria, tener un objetivo claro, seguir reglas definidas y contar con un sistema de retroalimentación o feedback.

En la primera fase del curso, nos sumergimos en los conceptos teóricos para intentar responder a una pregunta que parecía sencilla pero que, en realidad, era profunda y compleja: ¿Qué es un juego? La respuesta fue mucho más que una simple definición, ya que descubrimos que el aprendizaje y la diversión pueden estar estrechamente entrelazados de formas que ni imaginábamos. Además, la teoría nos dio una base sólida para comprender cómo utilizar la gamificación de manera eficaz en distintos contextos.

La segunda fase del curso fue completamente práctica. Armados con las herramientas y conocimientos de la “toolbox” que habíamos desarrollado, nos aventuramos a diseñar nuestros propios juegos. Al principio, el objetivo no era necesariamente crear el juego más pedagógico ni el más divertido; en cambio, buscábamos entender qué es lo realmente importante en el diseño de un juego que cumpla un propósito educativo. A través de ejercicios y pruebas, poco a poco conseguimos dar vida a propuestas lúdicas significativas, con las que experimentamos y reflexionamos sobre cómo el juego puede ser una herramienta poderosa para enseñar.

Además de las sesiones de formación, descubrimos juegos tradicionales y contemporáneos de diferentes países, lo que añadió una rica diversidad cultural a la experiencia. Nos divertimos muchísimo probando cada juego y aprendiendo sobre sus orígenes y sus reglas. Con cada actividad, el curso en sí se convirtió en un juego, en una experiencia que nos enseñaba sobre la gamificación a través de la propia gamificación.

Cuando el curso llegó a su fin, nos despedimos entre abrazos y alguna lágrima, sintiendo que esta experiencia nos había transformado. Aunque ya nos habíamos quitado la gorra de “gamificadores”, en el fondo sabíamos que llevábamos con nosotros algo que no íbamos a dejar atrás. Nos llevamos recuerdos inolvidables, amistades que esperamos conservar, y la certeza de que aprendimos tanto sobre juegos como sobre nosotros mismos en un entorno especial y en unas fechas que, sin duda, permanecerán en nuestra memoria.

Paula, Omar, Andoni