Hace unas semanas, lxs compañerxs de la Asociación Cultural L’Ayalguina pudimos disfrutar de unos días de aprendizaje en Monastirea Humorului, en Rumania.
Trabajamos y aprendimos sobre el estigma hacia las enfermedades mentales en un proyecto junto a gente de muchas otras partes de Europa de una manera distinta (“non formal education”) basándonos en la cooperación y el aprendizaje acerca del tema mediante actividades, juegos y otras formas interactivas para acercar a los participantes a una realidad que todos vivimos.
Nos hospedamos en una villa en la que la organización “Arvis” nos proporcionó todas las facilidades para pasar una estancia lo más cómoda posible. Conocimos a compañeros de distintos países como Letonia, Turquía, Armenia, Rumania… y pudimos conocer culturas diferentes mientras convivimos, lo que hace que nunca dejes de aprender algo nuevo, también nos llevamos amigos para toda la vida, éramos como una gran familia.
Durante el curso pudimos aprender muchas nuevas cosas acerca del “Mental Illness Stigma” de manera que las clases eran muy interactivas ya que compartimos nuestras vivencias personales mientras nos explicaban cómo funcionaban muchos desordenes y enfermedades mentales. Tratando temas como estos nos dimos cuenta de la importancia de los mismos ya que a cualquier persona le pueden afectar en el día a día porque son más comunes de lo que pensamos. También hicimos varias actividades por las mañanas y por las tardes centrándonos en el conocimiento, origen, causas y consecuencias de distintas enfermedades. De esta manera conseguimos entender mucho mejor a las personas que lo sufren e incluso como ayudarlas, lo cual es algo muy importante ya que normalmente se tiende a estigmatizarlas. También realizamos actividades interactivas entre nosotros para conocernos mejor en el grupo como los “energizers” por las mañanas, lo cual hacía que creáramos una conciencia de familia, nos ayudaba a abrirnos y explorar mejor nuestro interior conforme aprendíamos más sobre el tema del proyecto.
También hicimos otras actividades fuera de la Villa como un viaje a una montaña donde pudimos ver los famosos cárpatos rumanos o un viaje por monasterios y pueblos cercanos de la zona donde aprendimos de la cultura local. Aparte, en nuestro tiempo libre podíamos ir a Gura, una ciudad cercana a Monastirea y así poder conocer la zona y la cultura rumana.
Queremos hacer especial mención a que este tipo de proyectos fomentan la inclusión y la cooperación entre personas de distintas partes del mundo por lo que también supone una gran oportunidad para conocer nuevas personas y aprender idiomas. Puede que suene a algo complicado pero animamos a cualquier persona a interesarse por estos proyectos y que no lo vea como algo laborioso o estresante ya que no hay mejor manera que trabajar distintos temas sociales que nos afectan en el día a día de esta manera porque acabas comprendiendo la importancia de algo que se encuentra en las pequeñas cosas del día a día.